¿Deberíamos tender hacia la especialización dentro del diseño gráfico o ser multidisciplinares?

17.05.2019

El mundo está muy pero que muy loco y más aún desde la llegada de Internet, que ha revolucionado nuestras vidas en todos los ámbitos, incluyendo el profesional.

Hoy en día no eres nadie si no tienes presencia online y todo este alzamiento digital está afectando a los negocios creativos. No paran de surgir plataformas “marketplaces” que venden servicios de diseño a precios que dan ganas de darte con la palma bien abierta en la frente. Así nos podemos encontrar con logotipos por 1€ o páginas web por menos de 200€. ¡Menuda competencia tenemos ahora!

Sí, es un problemón de los gordos porque los clientes, por regla general, no buscan calidad, ni originalidad, ni creatividad, etc. Sencillamente, buscan lo más barato y punto. La competencia es tan brutal que los estudios de diseño y freelances generalistas están llegando a una guerra de precios que no hace más que devaluar nuestro sector. ¿Cómo si no competir con todo lo que ahora se vende en estas plataformas de Internet por “ná y menos”?

Ante esta realidad, parece que solo queda una salida que poco a poco se está convirtiendo en tendencia en muchos estudios, agencias y profesionales freelances. Se llama especialización. La especialización aporta valor añadido, permite reforzar la reputación dentro de un pequeño nicho y te posiciona como maestro experto en la materia. En muchos sentidos es un estrategia de marketing como una catedral, porque nos permite desarrollar y lanzar un mensaje concreto a un público específico que sabe bien lo que quiere (y quiere exactamente lo que solo tú le puedes ofrecer).

Ahora te preguntarás en qué disciplina te puedes especializar dentro del diseño gráfico… y la verdad es que eso solo depende de ti. Te damos algunas opciones:

1.- El diseño editorial de libros, revistas y publicaciones online es el campo perfecto para diseñadores organizados con una gran capacidad para la jerarquización.

2.- El diseño publicitario de flyers, trípticos, cartelería, etc; resulta ser la opción perfecta para aquellos diseñadores con una mente comercial, que cuenten con nociones de psicología aplicada al sector publicitario.

3.- El diseño de embalaje o packaging se presenta como la opción más orgánica, requiere un amplio conocimiento del producto y de los materiales para el embalaje.

4.- El diseño de identidad corporativa o branding es elemental para que las marcas sean reconocidas y el público identifique sus valores.

5.- El diseño de señalética para centros comerciales, parques de atracciones, aeropuertos, etc; parece ser el más sencillo y, sin embargo, requiere de verdaderas mentes creativas.

6.- El diseño web y aplicaciones móviles posiblemente sea la rama más en auge, pero es necesario poseer muchos otros conocimientos para desarrollar esta disciplina como, por ejemplo, navegabilidad o UX.

7.- El diseño tipográfico y de lettering es la disciplina ideal para diseñadores amantes de las tipos que sean capaces de prestar gran atención a los detalles.

Pero no nos engañemos del todo. La formación multidisciplinar cuenta también con un importante número de adeptos que defienden la necesidad de que los profesionales del sector dominen una pluralidad de disciplinas referentes al diseño, cultura audiovisual, web y multimedia. De hecho, la mayoría de las empresas siguen buscando profesionales del diseño que aúnen diversas habilidades para que sean capaces de afrontar todo tipo de proyectos.

En definitiva, no podemos asegurar que una cosa sea mejor que otra. Así que, como dice el refrán, que “cada cual, pase sus penas lo menos mal que se pueda”.

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